...el colegio...

Siguiendo nuestra ruta, y tras haber conseguido un lugar donde alojarnos, emprendemos un paseo para investigar lo que esconde TEA. 

Como cualquier ciudad, vemos tiendas de ropa, supermercados, plazas, y cuando nos alejamos un poco de la ciudad nos detenemos en lo que nos parece un colegio. Un edificio muy bonito rodeado de arboles y parques. Y como sentiamos curiosidad entramos en el recinto. 

Para sorpresa nuestra, nos recibe su director, un hombre alto y con gafitas que curiosamente no tiene nada que ver con lo que nos habiamos encontrado hasta el momento,¡¡¡porque es de nuestro mundo!!!

 Nos invita a pasar y tras ver nuestra cara de sorpresa nos explica como decidió tras descubrir este Nuevo Mundo, dejarse llevar y viajar muy lejos de su hogar para venirse aqúi a vivir, ya que vió en este lugar todo lo que su hija necesitaba, y por lo que nos cuenta..fue un gran viaje...

Una nueva ciudad...

Tras haber hecho nuestra primera parada en el camino, decidimos adentrarnos un poco mas en territorio extranjero, para hacer nuestro siguiente STOP en una ciudad con un nombre extraño...TEA, un lugar muy peculiar, lleno de muchisimos habitantes que ¡hablaban!, pero cual es nuestra sorpresa cuando conseguimos interrumpir la marcha de un ciudadano y vamos a preguntar por un lugar donde poder descansar, la respuesta que obtenemos es:

 ¿Cómo es posible? Y es que tras haber tenido este encuentro tan peculiar, observamos prestando atención a las conversaciones que se escuchaban por la calle,  como estas personas no es que hablasen entre ellos, ¡¡es que hablaban solos y repetian siempre lo mismo!! Qué ciudad mas extraña...

Primera parada en el camino...

Tras haber pasado la frontera entre nuestro Mundo y el Nuevo Mundo, hemos descubierto un paisaje enigmatico, en el que en un pequeño poblado sus habitantes viven distanciados los unos de los otros, con sus casas y jardines separados por vallas, y con sus dueños centrados en sus propias labores.

Nos acercamos a saludar y darnos a conocer y observamos como nadie nos mira a los ojos, ni nos habla cuando nos aproximamos. Es más, es como si no nos pudieran ver...

Aturdidos empezamos a vagar por este lugar, hasta que cansados nos sentamos en un parque a observar, cuando de repente un niño de aproximadamente ...¿8 años?, se acerca y se sienta frente a nosotros y sin mirarnos directamente, comienza a hacernos gestos con las manos que no logramos comprender.

En un principio no sabiamos que nos quería decir con aquellos gestos, así que le preguntamos al pequeño. "¿te pasa algo?" el niño nos miró un segundo y se fue...

Tras un largo rato pensando que queria decirnos el niño...nos dimos cuenta de que a nuestro lado nos habia dejado un librito y una especie de ordenador. Al abrir el ordenador descubrimos un video que nos preparamos para ver...

Fue tras ver el video cuando entonces comprendimos que tenemos que aprender una nueva forma de comunicarnos si queremos llegar a relacionarnos y acercarnos un poco mas a estos habitantes que tanto despiertan nuestra curiosidad...

Comienza el viaje...

¡Bienvenidos a Un pequeño Mundo! Un Mundo Nuevo al que viajaremos en esta nueva aventura para conocer los grandes secretos que en él guardan sus habitantes. Unos habitantes que aun aparentemente siendo iguales a nosotros, esconden un sin fin de misterios e interrogantes que deseariamos descubrir.

En este primer viaje, nos acompañara Frédéric Philibert, quien desde su experiencia, nos acerca este video en el que una niña nos muestra lo que ella apreció de la belleza de este Nuevo y Pequeño Mundo.